Para evitarnos problemas con Substack, esta historia casi no tendrá imágenes del protagonista.
Nuestro personaje nació el 20 de abril de 1889 en Austria y su historia familiar es compleja ya que su padre, Alois, era hijo ilegítimo y durante casi 40 años llevó el apellido judío de su madre: “Schicklgruber”. Finalmente su padre lo reconoció y pudo cambiar su apellido.
En fin, continúo el relato. Los padres de Hitler eran de clase media, pero algo que pocos saben es que eran primos, por lo que tuvieron que pedir una dispensa papal para poder casarse.
Desde niño, Alois lo golpeaba constantemente y de maneras cada vez más crueles. La familia se cambiaba constantemente de casa debido a que el trabajo de su padre como inspector de aduanas le obligaba a moverse en distintas ciudades de la frontera entre Austria y Alemania.
A los 8 años se convirtió en monaguillo y decidió lo que quería ser para el resto de su vida, sacerdote.
Claramente el destino tenía otros planes.
También se cuenta que un sacerdote una vez vio a un niño ahogándose y lo salvó de morir. El niño era nuestro protagonista.
Siendo monaguillo un día vio un símbolo hindú y budista que significa perfecto equilibrio o movimiento constante, es de buena suerte e incluso muchas estatuas de Buda lo llevan en el pecho.
Años después él cambiaría el significado de ese símbolo en occidente. Era la esvástica.
Era un buen estudiante de educación básica, pero el primer año de secundaria sus notas cayeron y tuvo que repetir el curso, sus bajas notas le ocasionaron problemas con su padre que quería que su hijo siguiera sus pasos como inspector de aduanas.
Quizá si Alois no lo hubiera golpeado o tratado mal, él hubiera querido seguir sus pasos y el mundo sería distinto.
Pero Adolf se empeñó en llevarle la contraria en todo y tener malas notas en la escuela, era su modo de revelarse contra su padre.
A los 16 años y tras la muerte de su padre, se enfocó en seguir su pasión por la pintura y abandonó la escuela con el pretexto de que sufría una extraña enfermedad (fingida). Su madre que era sobreprotectora le permitió abandonar los estudios y cumplió sus caprichos.
A los 17 años se recuperó mágicamente de su enfermedad y se trasladó a Viena para convertirse en pintor, su madre le mandaba dinero para todos sus gastos convencida de que su hijo tenía talento.
Se presentó el día de la prueba de admisión en la academia de bellas artes en 1907 pero fue rechazado, regresó al año siguiente pero el director fue muy tajante al decirle que no tenía talento y que se dedicara a la arquitectura, ¿saben por qué?
Porque no dibujaba gente y cuando lo hacía los pintaba de forma extraña, se cree que no tenía el talento para hacerlo y por eso siempre dibujaba edificios o paisajes. El día de hoy aún se debate si tenía o no talento. Pero por no terminar la escuela no pudo estudiar arquitectura.
Las imágenes anteriores y esta son de cuadros pintados por él mismo.
Sin estudios tuvo que renunciar en parte a su sueño, y escribo “en parte” porque decidió vivir en Viena y mantenerse de comedores de indigentes con tal de sobrevivir. Hasta que con el tiempo empezó a vender cuadros en la calle.
Cuando su mamá supo eso, empezó a mandarle dinero.
Cuando ella murió y con la herencia que le dejó, empezó a vivir una vida bohemia en Viena.
Iba a la ópera, vendía cuadros ocasionalmente, paseaba, pero todo terminó cuando tuvo que hacer el servicio militar.
Huyó a Alemania (Múnich) para evitar hacer el servicio militar. Sin embargo, las autoridades de Austria lo localizaron después de 3 años y le dijeron que era o presentarse al servicio militar o ir a la cárcel.
Finalmente se presentó y lo declararon no apto para la milicia.
Su opinión cambió cuando estalló la Primera Guerra Mundial. Se presentó como voluntario al ejército alemán pensando que su vida cambiaría. Empezó como mensajero en el frente de batalla hasta que fue herido en una pierna.
Regresó al frente y ascendió a cabo. Luego le dieron la cruz de hierro por capturar sólo y sin ayuda a 15 soldados enemigos. A pesar de eso no lo ascendieron porque consideraban que no tenía don de mando, eso debido a que sus compañeros no lo soportaban.
Ellos odiaban estar ahí, y se inventaban dolencias para pedir permisos y abandonar el frente, en cambio Hitler nunca se quejaba y los llamaba cobardes, además decía que Alemania perdería la guerra por culpa de la gente que seguía la ideología de Marx (otro mantenido) y de los judíos.
Sus experiencias le hicieron llegar a la conclusión de que los pobres eran pobres por culpa de los judíos, inmigrantes, marxistas, y decía que ellos eran los vicios que había que terminar para resurgir como país.
Cuando la derrota era inminente, perdió la vista de forma temporal debido a los gases tóxicos, aunque otros creen que fue una reacción histérica por la derrota. Mediante el tratado de Versalles, las reparaciones de guerra impuestas a Alemania sumirían al país en una crisis económica.
Perdió territorio, destruyeron tanques y aviones, el ejército alemán quedó casi desaparecido.
Pensaba que mientras los soldados luchaban, judíos en el gobierno los traicionaron rindiéndose a sus espaldas.
Durante su ceguera tuvo una visión en la que él tenía que salvar al país.
Al terminar la guerra se dio cuenta que, sin estudios universitarios, sin conexiones, sin experiencia política, no tenía muchas opciones más que regresar al ejército. Se trasladó a Baviera y le dieron órdenes de infiltrarse en un grupo comunista.
Siendo espía de la policía descubre que no eran comunistas, ni radicales, al contrario, eran un grupo nacionalista, al que se unió meses después. Una tarde tuvo que sustituir a un orador y lo hizo tan bien que empezó a llamar la atención de los demás miembros.
Empezó a escalar posiciones en el partido obrero alemán y sus discursos radicales empezaron a atraer cada vez a más personas. De 2,000 miembros subieron en poco tiempo a 20,000. Se le cambió el nombre a Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán. Y así nació el Partido Nazi.
Sus miembros financiaban un diario y a través de él hacían propaganda nacionalista. Sin embargo, los fundadores del partido sentían que Adolf estaba tomando demasiado poder. Durante una ausencia decidieron fusionarse con otro partido para así reducir la importancia que él tenía.
Al enterarse regresó y amenazó con abandonar el partido si no le daban poder absoluto. Debido a que él era el que había atraído a todos los seguidores y las donaciones económicas, decidieron complacerlo y nombrarlo presidente del partido.
Una vez que tuvo poderes dictatoriales dentro del partido, se empezó a relacionar con gente de otros círculos sociales más altos y ahí conoció a gente como, Rudolf Hess, Herman Göring, entre otros, que más tarde serían personajes muy importantes en su gobierno.
En enero de 1923, Alemania era un país en bancarrota, se había retrasado en el pago de reparación de guerra a Francia por lo que sus tropas ocuparon la región industrial del Ruhr y tomaron las minas. Adolf vio el momento perfecto de aprovechar la inestable situación a su favor.
Los franceses se cobraron los daños de guerra que les debían, tomando el carbón de las minas. Cuando terminaron no quedaba carbón para los alemanes, además los soldados franceses golpeaban a los ciudadanos que no se quitaban el sombrero cuando ellos pasaban.
El 8 de noviembre de 1923 convocó a sus seguidores llamando a una revolución con el pretexto de que el gobierno era débil. El plan era secuestrar al comandante del ejército en Baviera, al jefe de policía, imponer a un general respetado por el ejército, un golpe de estado pues.
El plan no salió como lo habían planeado, sus tropas fueron rodeadas, hubo muertos en ambos bandos, pero él logró escapar de la revuelta aunque con un hombro dislocado.
Huyó a casa de Ernst Hanfstsengl y fue arrestado la noche del 11 de noviembre acusado de alta traición.
En el juicio se hizo sumamente famoso, le dieron tiempo ilimitado para hablar (error) y se ganó el favor del público.
Fue condenado a 5 años de prisión, pero sólo cumplió 9 meses ya que fue absuelto.
Durante su reclusión, los guardias le permitían visitas y mandaban cartas por él.
Durante su tiempo de reclusión en la prisión de Landsberg empezó a escribir un libro llamado “Cuatro años de lucha contra mentiras, estupidez y cobardía”.
El título se cambiaría por “Mein Kampf” (Mi Lucha) que es una autobiografía y además expone su ideología.
En el libro habla entre otras cosas de una humanidad superior de acuerdo a su raza, también explica que debido a que los bolcheviques y judíos controlan Rusia, sería muy fácil conquistarla.
Al principio el libro no vendió mucho, incluso él se escondió para no pagar impuestos.
Sus discursos radicales le ganaban simpatizantes y el partido extendió su influencia por todo el país, creó las juventudes Hitlerianas y todos los miembros del partido tenían que jurarle lealtad a él.
Levantando la mano (copiando el saludo de Mussolini).
A ver tenemos que aclarar algo, él no inventó el antisemitismo, el odio racial, y culpar a los inmigrantes de los problemas del país.
Todo ya existía, Adolf simplemente se aprovechó de eso para ganar seguidores.
Pero ahora vayamos a un secretito de este señor...
Por esa época conoció a su sobrina Geli Raubal de 17 años e inmediatamente se enamoró de ella (ya ven eso venia de familia), sentía un amor enfermizo por ella y le pedía que lo acompañara a todos lados, ella se sentía asfixiada y empezó en secreto una relación con el chofer.
Cuando se enteró se puso furioso y prohibió la relación, además le prohibió irse a estudiar a Viena, nadie sabe a ciencia cierta qué clase de relación tenían, pero Geli alguna vez le dijo a una amiga que su tío la obligaba a hacer cosas terribles.
En 1931 ambos discutieron fuertemente porque ella quería irse a Austria a estudiar y él se lo prohibió, durante su ausencia ella desesperada y sola se suicidó con la pistola de su tío. (Esa es la versión oficial)
Un año después Adolf se nacionalizó alemán y empezó a buscar el poder.
El anciano presidente Hindenburg se preparaba para la reelección justo cuando Adolf estaba en su punto más alto de popularidad y nadie podía competir con él, muchos apoyaban su ideología.
Como Hugo Boss, miembro del partido nazi y que diseñó los uniformes de los oficiales.
Pero puertas adentro del partido había un caos, los nazis ya eran mayoría en el parlamento, pero el partido estaba en quiebra y vivían gracias a donativos.
Como los donativos de Henry Ford que se hizo muy amigo de Adolf ya que se consideraba antisemita y simpatizaba con sus discursos.
Lo más peligroso que tenía eran sus discursos así que el presidente lo nombró canciller en 1933, aprovechando que el partido Nazi ya sólo tenía un control del 34% del parlamento. Se pensó que por muchas ambiciones que tuviera, la oposición lo tendría controlado.
Pero lo subestimaron, porque convocó a nuevas elecciones (y antes se tomó una serie de fotografías donde posaba seductoramente para ganarse el apoyo de las mujeres).
Después el edificio del Reichstag sufrió un misterioso incendio.
El mayor beneficiado del incendio fue él mismo, por lo que hasta el día de hoy se sospecha que estuvo detrás del incidente.
Acusó a los comunistas del incendio del parlamento y el anciano presidente fue convencido de entregarle poderes especiales para perseguirlos.
En sus discursos de odio llamaba a la población a estar alerta del “terror comunista”.
Llegaron las elecciones y el país se negó a darle mayoría a los nazis, sólo obtuvieron el 44% de puestos en el parlamento, para hacerse con el poder absoluto él necesitaba 3/4 partes.
Pero era demasiado tarde, le habían dado mucho poder.
Él usó sus poderes especiales para perseguir comunistas y ordenó arrestar a todos los diputados que él sospechaba que fueran radicales, curiosamente todos eran opositores
Así tuvo el camino libre para cambiar la constitución.
Colocó gobernadores en cada estado asegurándose de que todos los gobiernos regionales se unieran bajo una bandera, la nazi.
Después ilegalizó los partidos de oposición eliminando así a los socialdemócratas que eran mayoría siempre en las elecciones.
Eliminó las plazas para estudiantes judíos, embargó propiedades (como las de Albert Einstein).
Lo curioso es que muchos judíos alemanes lo apoyaron y utilizaron la oportunidad para acaparar los negocios y hacer dinero, pensaban que sólo se perseguiría a judíos de Europa del este.
Cuando murió el presidente Hindenburg, no tardó en nombrarse a sí mismo presidente.
O sea que era canciller y presidente, con tanto poder se nombró a sí mismo Führer, su primera acción fue eliminar a los oponentes de su propio partido y aquellos de cuya lealtad dudaba.
Sin oposición, y teniendo poder absoluto, desobedeció el tratado de Versalles y revivió al ejército alemán y reabrió las fábricas de armas y municiones.
Ordenó perseguir a judíos, homosexuales, gitanos, comunistas y Testigos de Jehová.
Sostenía que las mujeres alemanas eran el pilar de la familia y deberían dedicarse a cuidar la casa, el esposo y los hijos, y que ese trabajo de ama de casa debía ser recompensado y valorado por lo que entregaba la cruz de honor a aquellas que tuvieran más de 4 hijos.
Luego mejoró la infraestructura del país, revitalizó la industria, construyó carreteras, creó una red de ferrocarriles, contribuyó a desarrollar un automóvil accessible y práctico que sería el Volkswagen. En poco tiempo la calidad de vida aumentó para todos los alemanes.
Hitler adoraba a los niños, a la familia y consideraba que trabajaba en favor de Alemania (de verdad eso creía), empezó campañas para proteger a los animales se dice que los amaba tanto que se volvió vegetariano, además inició la primera campaña antitabaco de la historia.
Aumentó el número de soldados del ejército, creó la fuerza aérea de Alemania (La Luftwaffe) se alió con Italia y firmó un tratado de alianza llamada el eje, rearmó la marina para que tuviera más poder que la de los ingleses.
El mundo empezó a sospechar que vendría una guerra.
Pero salió a calmarlos asegurando que sólo buscaba la paz, y casi todos le creyeron, y es que cuando hablaba era hipnótico, lograba convencer a todos de lo que fuera en sus discursos.
Incluso fue nominado al premio Nobel de la Paz.
Luego se alió con Japón, Hungría, Bulgaria y Rumania.
En 1938 anexó Austria a Alemania, luego partes de Checoslovaquia, luego Praga, claramente la guerra había empezado pero todos se negaban a verlo.
Fue hasta 1939 y después de firmar un pacto de no agresión con Rusia que decidió invadir Polonia y oficialmente inició la guerra.
Soviéticos y alemanes se dividieron Polonia, fue una masacre.
En abril de 1940 toma Dinamarca, luego Noruega, después conquistó fácilmente Francia y las tropas nazis marcharon bajo el arco del triunfo para humillar a los franceses, después conquistó los Países Bajos y Luxemburgo.
Cabe mencionar que los campos de concentración son una cosa y los campos de exterminio eran otra, ese argumento se utiliza para apoyar la teoría de que él nunca supo de los campos de exterminio (pero sí los de concentración).
Sobre todo, porque no hay documentos firmados por él.
Por eso muchos historiadores afirman que mientras él se enfocaba en la guerra, dejó muchas decisiones en manos de su segundo al mando Heinrich Himmler y de él sí hay documentos firmados autorizando los campos de exterminio, pero regresemos a la historia.
Las fuerzas inglesas fueron derrotadas en Francia y evacuaron a duras penas de la ciudad de Dunkerke para regresar al Reino Unido.
Adolf ordenó bombardear ciudades inglesas como Londres y Coventry.
La caída del imperio inglés era inminente, a pesar del liderazgo de Churchill.
Pocos saben que muy pronto cometió un terrible error que le iba a costar perder la guerra, aunque resistiría 3 años.
Justo en su punto más alto, cuando acumulaban victoria tras victoria, los alemanes se encontraban a punto de derrotar a los ingleses, era cuestión de tiempo...
En 1941, decidió mandar a 3 millones de soldados a atacar la Unión Soviética, ese fue un grave error ya que sus generales le aconsejaron primero terminar de derrotar a los ingleses y después invadir Rusia.
Pero pensando que Inglaterra pronto caería, no los escuchó.
Tan sólo vean en este mapa todas las bombas que habían caído sobre Londres, era rendirse o caer, pero Justo en ese momento Adolf dividió fuerzas y se empeñó en romper por sorpresa su pacto con los soviéticos y atacarlos.
(Exactamente igual como lo intentó Napoleón y tampoco pudo).
Tuvo la mala suerte de que Rusia vivió el invierno más duro en 50 años y los nazis nunca pudieron tomar ni llegar a Moscú antes de que llegara el invierno, eso debido a operaciones en Grecia y Yugoslavia.
Ese error sería fatal ya que perdió tropas y tiempo.
Luego llegó el ataque japonés a Pearl Harbor, era 1941, la Guerra apenas empezaba y ahora se enfrentaría a:
El imperio más grande (El británico).
La potencia industrial y financiera más grande (EE.UU.).
El ejército más grande del mundo (La Unión Soviética).
Constantemente sufría complots y atentados para terminar con su vida, quizá el que más cerca estuvo de tener éxito fue cuando el Coronel Nazi Claus Von Stauffenberg hizo explotar una bomba frente a él.
(Pero ya les contaré otro día la historia de la operación Valkiria).
A pesar de que se lastimó un brazo y una viga de madera le cayó en la espalda, milagrosamente sobrevivió, aunque su salud estaba muy mermada, su raciocinio ya no era el mismo y además sus manos temblaban (Se cree que tenía párkinson).
Las fuerzas aliadas derrotaron a Italia, y cada día recuperaban terreno tomado por los nazis, para 1945 la caída era inminente, sus generales y amigos de confianza habían tratado de firmar una rendición a sus espaldas y en orden de poder controlar a sus generales se fue a Berlín.
Vivió en un búnker subterráneo y ahí, el 29 de abril de 1945, se casó con Eva Braun, firmaron un testamento, tomaron una cápsula de cianuro y dio órdenes para quemar su cuerpo y el de su esposa.
Un día después de casarse, ambos se dispararon en la cabeza.
La historia oficial cuenta que dos miembros de su guardia personal tomaron los cuerpos, los quemaron y enterraron. El 1 de mayo se anunció su muerte y las tropas nazis empezaron a rendirse.
Berlín fue tomada por los soviéticos y la guerra estaba a punto de terminar.
Abundan teorías acerca de su muerte, pero esa es otra historia. Tristemente su legado no ha muerto, aún hay grupos neonazis, racismo, antisemitas, discursos de odio, pero falta algo que ha hecho que no escalen las cosas.
Un líder como lo fue él para unirlos bajo la bandera del odio...
Afortunadamente hoy no hay un líder con un gran ejército y armamento que incite al racismo con discursos de odio, que se aproveche de las clases bajas para obtener votos
Podemos dormir tranquilos sabiendo que no existe nadie así y no hay peligro de guerra. 😊
Si te reenviaron esta historia, te podés suscribir aquí.
No te olvides que trascender es despojarse de lo material, así que, si ese es tu deseo, podés hacerlo acá. Gracias por tu apoyo.
Gracias David!! Muy interesante